La Costa de Bareyo
Los diez kilómetros de costa que separan el cabo de Ajo del acantilado de Brenas, son un lugar inolvidable por los escarpados acantilados y recoletas playas, donde destacan además de la efigie del faro y las playas de Cuberris y Antuerta, las impresionantes atalayas del Rostro, Cárcabo, Urdiales y Quintres. Los atalayas de Cárcabo y Urdiales nos brindan unas inmejorables vistas de las playas de Antuerta y Cuberris, un maravilloso poseo nos permitirá disfrutar de la incomparable costa, así como de sus magníficas praderas. Para acercarnos a Cabo Quintres, el más impresionante y agreste de todos estos acantilados, cogeremos la carretera general dirección Santander y, una vez hayamos llegado al alto, nos desviaremos a la derecha, camino hacia la costa. Desde este excelente emplazamiento veremos al este el Cabo de Ajo y al oeste la magnífica Bahía de Santander.
Iglesia de Santa María de Bareyo
Es, sin duda, la iglesia más bella y monumental del escaso románico costero y está entre las más importantes del románico cántabro. Destaca su escultura monumental, formada por una solo nave, con cabecera románica fechada en el año 1071, un ábside y un pseudo crucero que acaba en capillas absidales. Junto a la iglesia se haya una centenaria encina de 13 metros de altura. El ábside, por fuera, está dividido en tres calles verticales por columnas terminadas en capiteles con cabezas cortadas y animales sobre los que apoya la cornisa, sostenida por canecillos. La parte central del ábside tiene dos ventanas con arquivoltas de baquetones, escocias y guardapolvos de puntas de diamante. El interior del templo, salvo algunas modificaciones, mantiene su carácter románico. Su magnífico ábside con doble arquería superpuesta representa el ejemplo más singular del románico de Cantabria. Lo arquería inferior estáformada por cinco arcos que se apoyan en capiteles decorados con elementos vegetales y figuraciones humanas que componen posiblemente en conjunto un apostolado. Sobre esta arquería se sitúa una segunda más estrecha, de siete arcos que se apoyan en capiteles decorados con motivos vegetales, cabezas humanas, Adán y Eva, etc. El ábside remata con bóveda de horno apuntada que da paso al presbiterio. La torre de campanas fue erigida durante el siglo XX. El retablo mayor es de estilo romanista y fue ensamblado en el año 1608, encontrándose actualmente en la catedral de Santander. Es indispensable antes de finalizar la visita de Santa María contemplar el baptisterio, donde se encuentra una excelente pila bautismal sobre dos leones que parece de finales del siglo XII. También destaca la imagen de la Virgen con niño del siglo XV. Declarada en 1978 “Bien de Interés Cultural”. La iglesia pertenece actualmente al obispado de Santander y las llaves del templo se encuentran en la casa del sacristán.
Iglesia San Vicente Martir de Güemes
Otra magnífica iglesia de época renacentista, de una sola nave, cubierta por bóbedas de crucería góticas, y capilla lateral adosada al lado del Evangelio. El 17 de Abril de 1677 el escultor Andrés de Monasterio consiguió en subasta pública la adjudicación de su construcción, tanto en sus aspectos arquitectonicos como escultóricos. Figuran como sus fiadores numerosos vecinos de Güemes, algunos de ellos también artistas en activo: Antonio de Venero, Fernando García de Monasterio, Francisco de Cueto, Toribio Ortiz Gargollo, Mateo de Monasterio, Pedro de Arnuero y Juan de Cueto. En ella destacamos su Retablo mayor barroco, del año 1677 atribuido a Andrés de Monasterio Bárcena y la columna salomónica proveniente del famosísimo Taller de las Siete Villas. La planta, dibujada por el propio Andrés de Monasterio, se muestra ligeramente ochavada, en cuyo banco se disponen cuatro carteles cactiformes apeando columnas salomónicas de cinco espiras, de las primeras empleadas en Cantabria. En su cuerpo destaca la calle principal por su mayor anchura y por la profundidad de sus hornacinas. Desgraciadamente ha desaparecido toda la imagenería original, haciendo imposible enunciar el estilo inicial de uno de los escultores cántabros más activos a finales del XVII. Actualmente, además del retablo mayor que hemos descrito, el único que se conserva es el que esta dedicado a Ntra. Sra. del Carmen, también de estilo barroco.
Ermita de San Roque
Junto a la carretera que une Ajo con el valle de Güemes nos encontraremos con esta bella ermita cuya fundación se remonta a la Edad Media y que está enclavada entre verdes prados y frondosos eucaliptales.
La Ojerada
En la parte oriental del faro, a la desembocadura de la ría, podemos contemplar fruto de la salvaje naturaleza de la zona, una hermosa cavidad desde la que se divisa el mar cantábrico y que, en los días de fuerte mar nos muestra toda la bravura del cantábrico.
Molino de la Venera
Construido en 1753 y situado a orillas de la ría de Ajo. Se accede a mano derecha de la carretera que va desde el puente de la Venera (S-435) en dirección a San Miguel de Meruelo (S-404), a menos de 500 metros después del puente. Estos artilugios, en sus versiones marinas o fluviales, abundaban antiguamente en la región. El de la Venera es uno de los pocos molinos mixtos, de mar y de río, que se conserva en Cantabria en la actualidad y constituye otra de las monumentales riquezas históricas del municipio. Acerca del puente, hay que señalar que consta de tres arcos escarzanos y que fue concluido en 1883. El molino está casi completo pudiendo así el visitante apreciar su presa, arquerías, etc….